lunes, 31 de enero de 2011

Sinfonía nº 6 de Sibelius

Como ben lembrades o xoves imos asistir a un ensaio da OSG. Neste ensaio imos escoitar a sinfonia nº 6 de J. Sibelius, que é o autor nacional de Finlandia, un autor do século XX cunha linguaxe tremendamente persoal. No estupendo libro de Alex Ross titulado "O ruido eterno" sobre a música do século XX este é o seu comentario sobre esta obra:

"Sibelius estaba en la cúspide de sus poderes. Pero su interior albergaba ya poquísima música: Las sinfonías Sexta y Séptima, el poema sinfónico Tapiola, música incidental para The Tempest (La tempestad) de W. Shakespeare, un puñado de piezas menores y la fantasmagórica Octava. Su búsqueda de una síntesis sinfónica final hacía del proceso de composición una empresa ardua que rozaba lo imposible. Repentinamente insatisfecho con la forma fluida que había desarrollado en la Quinta, empezó a soñar con una masa borrosa y continua de sonido sin divisiones formales: sinfonías sin movimientos, óperas sin palabras. En vez de escribir la musica de su imaginación, quería transcribir el ruido mismo de la naturaleza. Pensaba que podía oír acordes en los murmullos de los bosques y en el sonido del agua de los lagos al lamer la tierra; en una ocasión dejó perplejos a un grupo de estudiantes finlandeses al dar una conferencia sobre la serie de armónicos de un prado. Cualquier cosa que conseguía poner sobre un papel le parecía mala e inadecuada. Como muestran las revisiones de la Quinta, examinaba sus propias creaciones con una mirada despiadada, arremetiendo salvajemente contra ellas como si fueran los garabatos de un estudiante inepto. 


Los presagios de silencio abundan en las últimas obras de Sibelius. Como escribe Hepokoski, las narraciones teleológicas no terminan en un ambiente victorioso, como en la Quinta Sinfonía, sino en la "disolución", la "composición", la "extinción". La Sexta Sinfonía recuerda al espíritu sobrio y neoclásico de la Tercera, con modos antiguos apuntalando la armonía; es como si el compositor estuviera intentando huir a un pasado mítico. Sin embargo, coros brutales de instrumentos de metal siguen hundiéndose en las tenues texturas de la cuerda y asomando entre las pulcras filas de los danzarines instrumentos de viento-madera. Un episodio traumático detiene en seco el último movimiento: en la versión de Hepokoski, los motivos de la naturaleza que representan los pinos y el viento rasgan el majestuoso diseño rotacional y lo hacen pedazos. El proceso continúa durante uno o dos minutos, pero los  motivos de se desmoronan ante nuestros oídos y, la música se repliega hacia la música delgada e irreal para instrumentos de cuerda con la que empezó. "


As actividades propostas para este concerto teñen moito que ver co que estamos a facer na clase. Así que vos invito a que as fagades para o próximo luns, aquí tedes o enlace.






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